Las navidades pasadas mi marido me regaló unas orquideas, las cuales dibujé en su momento. Todas aquellas flores murieron y ésta primavera han dado paso a nuevas flores que he vuelto a pintar a la acuarela.
No estoy totalmente contenta con el resultado pero estoy comenzando a conocer bien a estas flores de tanto dibujarlas.

Recuerdo que cuando era niña no me atraian nada los dulces. Al llegar la adolescencia comencé mi aproximación al mundo del azucar sin demasiado interés.
Hoy en dia, en esta franja de la cuarentena en la que me encuentro, me estoy reconciliando con los alimentos dulces y tengo un amplio abanico de posibilidades que no pierdo oportunidad de probar.
Aqui os dejo una pequeña muestra de esas cosas que me gustan y que además disfruto doblemente al dibujarlas en mis cuadernos.

Como muestra de mis comentarios anteriores en los que afirmo que mi hija es una máquina creadora de personajes. Os presento dos nuevos "amigos" con los que me ha obsequiado la pasada semana nada más regresar a casa después de un duro dia de trabajo.
Creo que mi hija me lleva mucha ventaja, a su edad yo no sabía hacer ni tan siquiera un círculo. No es que ahora haya mejorado mucho, pero al menos se pueden reconocer las formas de lo que hago... o no??? mejor no respondais :-)
Aqui os presento a:
CUPIDA, la conejita romántica.
Y este es:
Ying-Ying el ratón músico.